Elías Zapata

El concreto es como roca líquida antes de fraguarse y puede adoptar cualquier forma si se pone en el contenedor correcto. En 1957 un joven arquitecto llamado Elías Zapata imaginó para Medellín un aeropuerto con formas orgánicas y curvas en concreto: el Olaya Herrera.

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Elías Zapata era arquitecto y artista. No sólo creó una espacialidad admirable con técnicas constructivas muy innovadoras, sino que incorporó su arte como pintor en vitrales por los cuales la luz pasaría a teñir de colores el espacio de chequeo de pasajeros.

La belleza.

El aeropuerto fue declarado Bien de Interés Cultural en los años 90 por su enorme valor arquitectónico, simbólico, técnico. Es un legado para entender una época, una forma en la cual hacer arquitectura más allá de la función, llegando a una plástica enriquecida, escultórica.

En el Área Metropolitana de Bucaramanga Elías Zapata es un desconocido, a pesar que existe un edificio muy emblemático de su autoría: el Club Campestre, que muy a pesar de varias reformas conserva algo de su valor patrimonial.

En un salón del Club Campestre, Elías Zapata -el artista arquitecto- también incorporó murales de arte abstracto de su autoría, labrados en su material predilecto: el concreto, esa piedra líquida que le otorgó en parte la posibilidad de hacer realidad sus creaciones.

A. Ordóñez Arquitectura | 27 de Abril de 2021