Hace poco terminamos una reforma estratégica a uno de esos apartamentos amplios que se hacían hace 35/40 años en Bucaramanga. Los clientes querían actualizar el apto para vivir allí y a la vez darle más valor al inmueble con una inversión de reforma que fuera viable.
El estado anterior tenía muchos problemas. Por ej, esta era la cocina, muy pequeña a pesar de las áreas del apto, incómoda y no permitía cocinar a 2 personas juntas. Y además, cerrada!. Muy típica de los años 80s, cuando las cocinas aún no se abrían hacia los espacios sociales.
Entonces una de las 1eras decisiones fue abrir y ampliar la cocina para así ser coherentes con los gustos de nuestros clientes que aman cocinar en familia. En su momento hicimos este sketch para explicar la idea del salón integrado, muy abierto, iluminado y ventilado!
Ya en obra se desmontaron aparatos y se demolió el muro que dividía la cocina de la sala. El ruido -cuestión que es ineludible en cualquier demolición - fue acompañado con la comprensión paciente de la mayoría de vecinos.
En la búsqueda de acabados queríamos calidad y buen precio. La construcción también se ha encarecido, así que el reto suele ser encontrar materiales que sean viables, durables y bellos. (En la eso que les encanta a los alcaldes con las obras públicas que no hacen: "el ReNdER")
Este era el espacio después de las demoliciones. En el techo tuvimos que retirar el cielo raso porque había todo un ecosistema de comején viviendo entre la madera que había quedado de las formaletas iniciales tras la fundida de placa de entrepiso.
Para el piso queríamos un material cálido que aportara color. Elegimos porcelanato rectificado tipo madera con caras diferenciadas. Buen precio y de bajo mantenimiento. En los muros resanes y color blanco, texturas sutiles y lugar para los objetos que siempre se tienen en casa.
Y bueno, así quedó terminado todo (nuevo piso, cielo raso, todos las luces en led para ahorrar en un diseño de iluminación sencillo pero que busca acentuar cada espacio espacio sin sobreactuaciones). // La arquitectura debe hablar. No necesita gritar. En el antes el después.
Los clientes además de cocinar disfrutan mucho ver películas en familia. Pues dicho y hecho; ya que no había espacio para un estar de tv instalamos en la sala un telón oculto con un proyector.
Es una sala que se transforma en cinema en casa apretando un botón.
Voilà!
Por último, hacer una reforma no es difícil, y los aptos de antes son perfectos para eso porque si se hace bien la reforma les da valor y se consigue lo fundamental: vivir mejor. Si te gustó, puedes visitar nuestro trabajo en Instagram aquí: https://instagram.com/aordonezarquitectura/…